domingo, 14 de marzo de 2010

Unaussprechlichen Kulten - Wake Up in the Night of Walpurgis


Con un nombre difícil de pronunciar, a menos que controles el alemán, se presenta este trío chileno bajo el reputado sello underground Proselytism. Entre sus filas cuentan con miembros de Magnanimus, Exterminate y Communion, y cuentan ya en su haber con tres demos que ya les dieron algo de reputación, aunque fuese sólo entre los más fanáticos, aparte de otro álbum posterior a este, que ya me encargaré de reseñar.




Demonios de la noche, seguidores del Death Metal más negro e intenso, arrodillaos sobre “Wake Up in the Night of Walpurgis”, toda una avalancha de riffs demoledores, oscuridad, violencia y un alto nivel técnico. El trio chileno entrega ocho invocaciones de pura maldad, odas al viejo Death Metal americano que regía a principios de los noventa, con las que uno no puede más que moverse epilépticamente poséido por cada uno de sus destructivos riffs, que no dan posibilidad de piedad alguna. Sobre unos tempos mayoritariamente rápidos, con un trabajo intensísimo de batería, Joseph Curwen y Black Gore nos hacen entrar en un trance a base de melodías diabólicas, riffs hipnóticos y partes pesadísimas. Sólo con “The Black Goat Of The Woods With A Thousand Young” dejan las cosas bien claras. Ni buscan salirse de los derroteros del Death Metal ni pretenden experimentar con lo melodioso, lo suyo es la energía directa, retorcida y oscura. Y qué mejor manera para representar las influencias lovecraftianas que encontramos en sus títulos y letras (parece que vuelve el aprecio hacia este autor, al que también veneran en su último álbum los mexicanos Denial).



Tal vez cueste un poco pillar sus temas al principio por esa parte técnica tan remarcada, que puede romper la fluidez de sus riffs y de la parte atmosférica, pero al mismo tiempo esto es lo que les da el toque especial (no diré original), alejándolos ligeramente de las bandas más habituales en estos tiempos, que producran no entremezclar excesivamente la oscuridad con la técnica, algo que, a mi modo de ver, no tiene porqué ir separado. Además, al tener temas que en su mayoría rondan los tres minutos, a uno no se le llena la cabeza con un montón de riffs imposibles de recordar antes de que acaben.

No hay comentarios:

Publicar un comentario